¿Es viable tocar la trompeta y el trombón?

Aunque creo que cada vez es menos frecuente, seguro que la mayoría de vosotros habéis escuchado a algún profesor de la vieja escuela decir aquello de que si se nos ocurría la «mala idea» de probar a tocar otro instrumento de viento diferente al nuestro, corríamos el riesgo de que nuestra embocadura se viese afectada muy negativamente… Sonaba casi como si se fuese a deformar la cara o como mínimo a que nos veríamos obligados a construir de nuevo nuestra embocadura y luchar duro para volver al punto en el que decidimos dar rienda suelta a nuestra curiosidad o interés por aprender algo más.

Pues bien, lo cierto es que desconozco si hay estudios médicos que me obliguen a reescribir este artículo en el futuro, pero desde luego que no me hacen falta más evidencias para creer que combinar la práctica de instrumentos como la trompeta y el trombón no sólo es posible sino que al menos para mí, resulta gratificante y enriquecedor. Debemos tener en cuenta que existen una serie de conceptos comunes a los instrumentos de viento metal tales como la respiración, la vibración de los labios o la diferencia de presión de aire para dar unas u otras notas. Salvando las diferencias en el tamaño de la boquilla, la sección de tubos y el mecanismo, la situación de partida es muy ventajosa para alguien que previamente ya esté familiarizado con alguno de estos instrumentos.

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Te presentamos a James Morrison, un músico que toca trompeta y trombón a la vez

Hoy en día sólo tenemos que navegar un poco por la red para encontrar ejemplos de músicos que tocan ambos instrumentos a nivel profesional. Algunos de ellos pueden ser Trombone Shorty, Wycliffe Gordon (que incluso ha diseñado una linea de boquillas para los que denomina músicos «crossover») o James Morrison que desmonta cualquier «falso mito» en el siguiente video.

Si pensamos en otras actividades físicas como el triatlón, que combina en una misma prueba correr, nadar y andar en bicicleta, podremos hacer una analogía que sí me parece un poco más honesta. Es poco probable que un medallista olímpico de triatlón pueda luchar al mismo nivel que los ciclistas de élite que compiten en una prueba específica de alto nivel como puede ser el Tour de Francia o estar en la final de los 100 metros lisos de los mundiales de atletismo, pero desde luego que ha desarrollado competencias específicas para cada una de las disciplinas.

Con esto me refiero a que si tu objetivo es tocar trompeta lead en Jazz at Lincoln Center Orchestra o por el contrario te gustaría ser trombón solista en la Orquesta Sinfónica de Chicago probablemente tengas que centrarse en un solo instrumento además de dejar de leer este artículo y ponerse a soplar de nuevo… si por el contrario tienes tiempo, no necesitas mucho más que un instrumento con el que empezar y ganas .

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Por lo tanto, si te ronda la idea de aprender a tocar otro instrumento da un paso a delante. Si como en mi caso se trata de una exigencia profesional, asúmelo como un reto abarcable a medio plazo y disfruta de las habilidades que vas adquiriendo día a día, sin duda estás mejorando como músico y quizás incluso te haga más feliz, lo cual no es menos importante.

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