La primera vez que experimenté la holofonía o sonido tridimensional, tuve la sensación de que era la mejor experiencia sonora que había tenido escuchando una grabación de cualquier tipo. Acto seguido, me pregunté cómo podía haber sobrevivido sin conocer su existencia y lo más importante, cómo no había trascendido a la industria discográfica o audiovisual todavía. No se trataba de la calidad del registro del sonido, tampoco del virtusismo del músico o la originalidad del arreglo…de hecho ni si quiera era música; lo que cambiaba radicalmente era el concepto.
Por primera vez, podía sentir la ubicación espacial del sonido que escuchaba por mis auriculares como ocurre en la realidad y no limitándome a la sensación de separación entre izquierda y derecha que ofrece el sonido estéreo. Es decir, gracias a la holofonía podremos posicionar el sonido que escuchamos en un ángulo de 360º y también en el eje vertical.
Sin entrar en cuestiones técnicas de gran complejidad, lo que hace diferente al sonido holofónico es su sistema de grabación, que se basa ni más ni menos que en la recreación de una cabeza humana con dos micrófonos en el interior de unos conductos auditivos artificiales. De esta manera, el maniquí simula las condiciones acústicas de un oído humano y cómo nuestra anatomía condiciona la manera en la que ubicamos el sonido en el espacio. Aunque existen altavoces especiales para este tipo de sonido, lo más sencillo para poder experimentarlo es con unos simples auriculares.
Holofonía ¡Es imprescindible el uso de auriculares! (headphones)
La invención de este curioso sistema de gravación se la debemos al argentino Hugo Zuccarelli y aunque fuese hasta ahora desconocido para muchos de nosotros, fue patentado por su inventor a principios de la década de los 80. Fue en esta época en la que Zuccarelli colabora en la grabación del disco The Final Cut de la banda británica Pink Floyd y otros artistas de renombre, pero el sistema de gravación holofónico no tuvo el impacto que merecía debido supuestamente al poder de multinacionales más interesadas en promocionar otros sistemas como el Dolby Surround y a lo que se sumaron controversias con la comunidad científica.
Actualmente podemos experimetar la holofonía con altavoces (parlantes) de la mano de su creador en la Ciudad Cultural Konex de Buenos Aires, Argentina. Para los que nos queda un poco lejos podemos disfrutar de la experiencia con bastantes grabaciones que se encuentran con una simple búsqueda en google o youtube y recordad … ¡poneos los auriculares!